Toda estrategia digital debe ir orientada a un grupo en específico dentro de un mercado de productos y/o servicios, a esto lo conocemos como la segmentación de mercados, cuando tú delimitas los grupos de compradores potenciales a los cuales vas a dirigir tus productos, basándote en sus necesidades, comportamientos y tamaño del mercado. La segmentación podría considerar diversos aspectos, pero generalmente, se basa en datos demográficos, geográficos, estilos de vida o utilidad del producto.
Por ejemplo, si tienes una tienda de ropa donde comercializas prendas juveniles, ya sabes que tu segmentación estará conformada por chicas de entre 15 a 30 años de edad, supongamos. Allí, eliminas por completo el resto de audiencias y concentras tus estrategias digitales, únicamente en captar y fidelizar al sexo femenino juvenil. Por supuesto, de acuerdo a la actividad de la empresa, puede que se den varios grupos de segmentación. Retomemos el mismo ejemplo de la tienda de ropa juvenil; ponte que decides integrar más ropa juvenil pero esta vez, para el sexo masculino. Acá, tendrías dos audiencias segmentadas: chicos y chicas jóvenes, alrededor de los 15 a 30 años de edad, y así sucesivamente.
Segmentar el mercado es el primer paso que debes cursar en el diseño de tu plan de marketing, bien sea tradicional o digital, es un aspecto a considerar en ambos mundos (offline y online). En el momento de desarrollar un esquema de segmentación, los planificadores estratégicos pueden seguir su propia creatividad, la segmentación de mercados es un arte, no una ciencia; no existe fórmula alguna para que tú definas cómo estará delimitada tu audiencia, es únicamente tu decisión.
Tal vez la naturaleza del producto que comercializas te lleve a definir una determinada segmentación (tal como el primer ejemplo) donde consideres las necesidades, intereses y comportamientos de tu audiencia y de la industria. Pero, solamente tú tienes el derecho de dirigir o redirigir la segmentación de mercados. Tu creatividad, intuición o experiencia podrían llevarte a tener una idea poco convencional, y más que todo disruptiva, es decir, que rompas con el deber ser y tomes otro rumbo totalmente diferente, marcando una nueva categoría en donde no tengas competencia alguna. ¡Claro que puedes hacerlo!
En la segmentación no hay fórmulas, no hay bases universales que deban ser seguidas, no hay nadie que venga a decirte qué puedes y qué no puedes hacer; ya eso dependerá de tu planificación estratégica, de cuán convencional o arriesgado quieras ser y en sí, cuáles son tus objetivos organizacionales. La segmentación es un arte donde tú puedes experimentar diversas situaciones que quizás, no vayan de la mano con la naturaleza de tu producto, pero que mediante un plan creativo tú puedes emprender una nueva categoría dentro del mercado, tal vez abarcando diversas características en un mismo producto y/o servicio, integrando nuevas funciones que otras empresas aún no han notado o rediseñando por completo modelos establecidos.
Como vez, la segmentación de mercados es sólo un camino que debes emprender, puedes optar por ser convencional, o aportar un poco de creatividad que nunca está de más. Sin embargo, siempre ten presente: no salgas al mercado sin un plan estratégico solo por el afán de improvisar. Tómate tu tiempo, planifica, organiza y actúa.