Los centros educativos, universidades y demás instituciones dedicadas a la formación del ser humano, están constantemente expuestos a diferentes desafíos en el mercado; captación y retención del alumnado, un mejor posicionamiento en el segmento educativo, responder a las necesidades priori de los clientes, aportar un valor diferencial para competir directamente con la competencia, entre otros, son solo algunos de los desafíos a los cuales las entidades educativas deben hacer frente actualmente.
Por tal motivo, el marketing educativo se encuentra propenso a sufrir transformaciones continuas. Y esto no es un acontecimiento raro, incluso es más normal de lo que parece; los marketeros ya están mentalmente preparados para cambiar sus estrategias de la noche a la mañana… sí, literalmente. Lo que hoy se aplica, quizás mañana será obsoleto. Hoy, te mostramos cómo iniciar una estrategia de marketing educativo desde cero; con el fin de dar a conocer tu oferta formativa y, aumentar el número de matrícula (alumnado). Veamos.
¿Cómo iniciar una estrategia de marketing educativo?
Antes de abocarte al plan de planificación de tu estrategia educativa, es importante dar un breve repaso sobre lo que es el marketing educativo; esto, con el fin de tener presente el concepto a lo largo de todo el diseño de la estrategia:
“Se trata del proceso de investigación de las necesidades sociales, para desarrollar servicios educativos tendientes a satisfacerlas, acordes a su valor percibido, distribuidos en tiempo y lugar, y éticamente promocionados para generar bienestar entre individuos y organizaciones”. (Juan Manuel Manes)
El mercado educativo es cada vez más exigente y competitivo, por tal razón, los centros de formación se ven en la necesidad de adoptar técnicas mercadólogas idóneas a su situación, objetivos y necesidades. Cuando ya se vuelve, prácticamente, una obligatoriedad recurrir al marketing, es importante conocer el paso a paso más idóneo para llevar a cabo un proceso prolijo. Checa, a continuación, cómo iniciar una estrategia de marketing educativo:
Identificar y conocer el perfil del cliente (alumno) ideal
¿Cómo puedes ofrecer un servicio a una comunidad que aún no conoces? Este es el primer paso y el más necesario. Es sumamente importante que identifiques y conozcas el perfil del cliente (alumno) ideal, es decir, checar sus características sociales, culturales, territoriales, económicas, y más. Por supuesto, tal información debe ir acorde al segmento educativo en función de los objetivos del centro de enseñanza. Por decir, si se trata de una universidad, la comunidad a investigar serían jóvenes de ambos sexos entre unos 17 años en adelante.
Conocer cuáles son los intereses y motivaciones a la hora de elegir la formación
Una vez el centro de enseñanza ha seleccionado el segmento educativo (primaria, secundaria, universidad u otra), debe dar paso a la identificación de intereses y motivaciones, es decir, precios, duración, temática del curso, especialización, reputación del centro, entre otros. La finalidad es generar información acorde a las necesidades de los clientes y, a su vez, programar el desarrollo de más y mejores servicios educativos.
Desarrollar un sistema de soporte financiero y captación de fondos
Partiendo de la información anterior, es necesario desarrollar un sistema de soporte financiero y captación de fondos para los planes educativos. Esto, con el fin de que el centro de enseñanza pueda evaluar los costos y eficiencia de su oferta formativa; ambos son pilares fundamentales de una estrategia de marketing educativo.
Desarrollar un sistema de información
La oferta formativa debe ser mostrada a los futuros clientes, familiares, alumnado, docentes y demás actores sociales involucrados. Por tal motivo, se vuelve tan fundamental el desarrollar un sistema de información que permita comunicar los servicios esenciales del centro educativo. Para ello, se han de seleccionar los canales de promoción más competitivos según el perfil y comportamiento del segmento educativo
Iniciar la promoción de la institución educativa
Básicamente, se da continuidad al punto anterior. Una vez seleccionado los canales de promoción, se inicia el proceso de difusión de servicios educativos a la comunidad correspondiente. Es importante mantener un sistema de retroalimentación para conocer los efectos ocasionados en el público objetivo. El mercado educativo se ha vuelto muy competitivo y demandado. Por ello, es tan necesario implementar correctamente una estrategia de marketing educativo que permita encaminar los objetivos del centro de enseñanza. ¡Inicia ya tu estrategia educativa!